Si tienes una pequeña empresa, agencia, estudio, o bien eres autónomo y no estás en internet, hoy en día realmente no estás en el mundo y aunque tengas clientes, de cercanía, seguramente estás perdiendo clientes potenciales que podrían pasar a tu cartera con sólo que cuidaras unos detalles en la red de redes.
Para ello necesitas una página web, si o si, que no te engañen diciéndote que con tener una página de facebook o un perfil de twitter te bastará… no, eso no sirve para potenciales clientes. No vas a dar la imagen necesaria para que seas, por así decirlo, de fiar para una persona que busca un servicio pero no te conoce de nada.
Hay que dar buena imagen también en Internet y necesitarás una web, que vaya acorde a tu identidad corporativa, que previamente has debido llevar a cabo para sacar en claro cual va ser tu forma de darte a conocer a todos, esto es como los colores, las formas y diseños, la papelería, tus tarjetas de visita… y la web tiene que entrar dentro de esta identidad. Si construyes cada cosa por un lado no vas a dar la buena imagen necesaria para ser de fiar, para dar una imagen de seriedad.
A todo esto mencionado anteriormente hay que sumarle el logo, que tendrá que hacer acto de aparición en la web y llevarlo «de la mano» a la redes sociales que vayas a utilizar. Será la manera más gráfica por la que la gente te reconocerá, tanto física como virtualmente, así que no lo descuides y ya sabes que tiene que tener una continuidad respecto a la identidad corporativa.
Con una web bien cuidada, aunque sea meramente informativa, que vaya en la línea de tu logo e identidad corporativa, tendrás mucho ganado en Internet. Aún así no estará de más que también utilices alguna red social, como complemento a tu página web, así como un blog donde haya actualizaciones periódicamente con un buen contenido, como hablamos en este otro artículo.
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